7:35 de la mañana

Excelente cortometraje español... siguiendo la línea de lo que se puede producir a las siete de la mañana

CUAC

Sentado una vez más en el escalón... susurros desde alguna esquina, patas en movimiento, gotas que presumen por aparecer en la escena de la gala, hojas caídas y un sorbo cálido a través de la garganta.

El sonido de pasos lentos y cansados, voltear al cielo incómodo por las nubes y percibir figura enigmática buscando el sitio donde terminar el vuelo.

Paloma mensajera en huelga desplaza sus labores al ave palmípeda que frustra su sueño migratorio por hacer llegar el mensaje, al ave de pico ancho y tarsos cortos que se aleja del agua con la única intención de llevar pliego en blanco a tus manos... mirada pícara, juguetona, cómplice del acto... soltar a tus cercanías la hoja que transitó por los vientos y plasmar en tus ojos línea única y por demás clara:

¡CUAC!

Sonrisa acompañada de incertidumbre busca al ave que a alguno se le ocurrió llamar Pato y no Carlos ni José ni María, hacerlo parte del juego y buscar respuestas aclaratorias... pato guiña ojo, levanta pata (entenderlo como pie y no esposa o familiar fémino de pato), da par de vueltas y luego de pequeño brinco reitera el mensaje:

¡CUAC!

Un cuac que dice nada para decir todo, que dice ¡Hola! ¿cómo andas?, que se pierde entre la noche, que se plasma como nudo temeroso en la garganta... cuac que suena sin eco alguno, que regala flores e invita a compartir el camino... cuac que hace sentir un lindo escalofrío, que extraña y poco a poco se va llenando de momentos... cuac que se fuga entre las venas, que fulmina, que se extiende, que abraza... cuac que fundamenta tiempos y colores e inunda mi galaxia... cuac que no pretende huídas ni desconciertos... cuac con armonía... cuac en el silencio... cuac que ya es te quiero.